LOS INDÍGENAS Y SU MÚSICA (2)
Desde épocas prehistóricas continúan habitando el Paraguay descendientes de pueblos pertenecientes a las más variadas culturas, conformando un mosaico étnico de características complejas. Los pueblos primitivos formaban familias o tribus con rasgos bien específicos y diferenciados; desde su idioma diferente, la organización social, su cosmovisión, hasta por la expresión de sus emociones a través de cantos, danzas, mitos y leyendas.
Los habitantes originales de esta región, eran principalmente agricultores, pescadores, recolectores y guerreros; se cree que la población indígena, a la llegada de los españoles, ascendía al millón. En la actualidad son apenas alrededor de 30.000 individuos, sobreviviendo 5 grandes familias, establecidas a su vez en numerosas tribus.
Estudios de orden lingüístico, han posibilitado en los últimos años, ubicar y conocer a las diferentes familias y sus ramificaciones: ZAMUCO, conformados por los Moro, Ayoreo y Chamakoko; MASKOY por Lengua, Angaité, Sanapaná y Guana; MATAKO por Chorotí, Chulupí y Mak’a; GUAYKURU por Toba, y TUPI-GUARANI por Mby’a, Chiripá, Paí Tavytera, Guayaquí, Guarayo y Tapieté. Se suman a estos la familia EMOK, curiosidad etnográfica, por hablar entre sí, los hombres el Toba y las mujeres el Lengua.
De las cinco familias lingüísticas, laque ha ejercido mayor influencia en la formación de la identidad cultural del paraguayo actual, es la Guaraní. Esta situación, en el campo de la música, llevó a confusión a historiadores y musicólogos, quienes al referirse a los indígenas del Paraguay, mencionaban tan solo la lengua, las costumbres y la cultura material de los guaraní, quienes solamente, poblaban los territorios donde fueron asentados los primeros pueblos. El idioma y otras expresiones culturales, son tan diferentes entre una y otra familia, que incluso varían entre las utilizadas por parcialidades de una misma familia lingüística. Salvando una constante general, en su organización social y otros aspectos de la vida de las comunidades, se pueden apreciar marcadas diferencias de orden cultural. Los grupos que sobreviven, ofrecen un panorama similar al que hallaron los conquistadores, y aunque mantienen contacto con los centros urbanos, y hayan modificado su aspecto exterior, preservan rasgos sobresalientes de su estadio musical primitivo.
LA MÚSICA PARAGUAYA Y SUS INTÉRPRETES
Para realizar su música el paraguayo se vale de la guitarra y del arpa, instrumento este último introducido por los Jesuitas y que adquirió nacionalidad debido a características particulares; y un repertorio de por sí vasto y de difusión universal.
Tanto en el campo de la música popular como en la académica, la guitarra y el arpa alcanzaron su plenitud en el Paraguay. En la tradición musical numerosos guitarristas paraguayos alcanzaron prestigio internacional. Hacia 1840 se destacan los primeros cultores como los maestros Quintana y Herrero. A finales del ochocientos surge Gustavo Sosa Escalada quien introduce al país la guitarra culta. Crea la tradición guitarrística paraguaya, uno de los aspectos más desarrollados de las artes en el país. La primera generación de guitarristas está formada por Agustín Barrios Mangoré (1885-1944), Quirino Báez Allende, Dionisio R. Basualdo y Enriqueta González, y continúa luego con Sila Godoy, Felipe Sosa, y numerosos jóvenes intérpretes en la actualidad.
AGUSTÍN BARRIOS MANGORÉ
Es la personalidad musical más destacada del Paraguay, y considerado por la moderna musicología como el más grande guitarrista y compositor para dicho instrumento, de toda América. La crítica de América del Sur lo definía como el «Paganini de la guitarra». Como intérprete recorrió América y Europa, y como compositor, creó el más valioso lote de obras musicales de la primera mitad del Siglo XX, para la guitarra.
Los últimos años de su vida fijó residencia en El Salvador donde trabajó en el Conservatorio Nacional y formó a numerosos discípulos. Entre un centenar de composiciones, se destacan: La catedral, Estudio de concierto, Las abejas, Allegro sinfónico y Danza paraguaya.
EL ARPA PARAGUAYA
Alcanza un alto nivel de perfección sonora gracias a las manos de fabricantes paraguayos que encuentran la madera y la proporción ideales. De 32, 36, 40 y más cuerdas, el instrumento es introducido al país en el siglo XVII. En la actualidad alcanza gran desarrollo en posibilidades técnicas, mediante procedimientos ideados por los hábiles intérpretes paraguayos que pueden producir cromatismos utilizando la llave de afinar, arpegios y efectos sonoros antes no conocidos. Los más antiguos intérpretes del arpa fueron: Pulé de Arroyos y Esteros, José Dolores Fernández (Lolo Arpero) y José del Rosario Diarte. Posteriormente le dan difusión universal: Félix Pérez Cardozo (1908-1952), el arpista más famoso de todos los tiempos, Digno García, Santiago Cortesi, Lorenzo Leguizamón, Alejandro Villamayor, Luis Bordón, Cristino Báez Monges y otros.
Redacción: Jorge Divar losangelestvradio.com